miércoles, 10 de octubre de 2012

El diario de Adán y Eva


Germásn Fabre y Flor Saraví
Radio Topatumba / Mark Twain
El diario de Adán y Eva
Taberna El Fin del Mundo
Domingos de octubre (C/ Dr. Fourquet, 28. Madrid)

«La criatura nueva de pelo largo es bastante entrometida. Siempre anda por ahí y me sigue. No me gusta esto; no estoy acostumbrado a la compañía». 
Mark Twain
Quizás fuera esto lo que pudo pensar Adán cuando, acostumbrado a deambular solo por el Jardín del Edén, se topó de repente con una extraña criatura, parecida a él, pero con el pelo largo (y algunas otras diferencias) y que... no para de hablar. Por su parte, ¿cómo reaccionó Eva ante la desidia y la vaguería de ese extraño animal que no es capaz de apreciar la belleza de cuanto les rodeaba y ni siquiera tenía interés en nombrar las cosas?
Algo parecido a frases de los diarios personales de ambos personajes bíblicos es lo que narra los dos cuentos cortos que escribió Mark Twain en 1904 y 1906 (Extractos del diario de Adán y El diario de Eva) y en los que la compañía de teatro Radio Topatumba se ha inspirado para montar un fresco espectáculo, con una adaptación y la dirección de Martín Miguel Vaamonde. Y además en un escenario singular de Madrid: la taberna El Fin del Mundo.
Dos actores, Flor Saraví y Germán Fabre, se hacen cargo de la emisora de radio que transmite, entre anuncios y comentarios humorísticos, la historia del comienzo de todos los principios del mundo. Ese con el que nos dicen que se inició la historia de la humanidad. El comienzo para un año que, según otros, se acaba el mundo y en un lugar con tan proceloso nombre.

El montaje es, como digo, el de una emisora radiofónica que emite un programa con sendos diarios alternos de Adán y Eva. Pronto la historia de nuestros primeros padres se hace con todo y los asombros de ambos ante el comportamiento del otro nos ponene de relieve que muchas situaciones son tan eternas como el comer.
Un texto divertido y ácido, mordaz y lleno de guiños a las relaciones entre hombres y mujeres, a la maternidad y a la naturaleza y el instinto cazador del ser humano, con el que Mark Twain demostró que, además de gran narrador de aventuras y personajes inolvidables, fue un astuto dibujante de la realidad social. Las interpretaciones son magníficas y tanto Flor como Germán pasan de la radio al Edén como por arte de magia, como si fuera un juego, lleno de travesuras y de sugerencias.
¡Ah, por cierto! La entrada es libre y gratuita, y se representará en esta taberna del barrio de Lavapiés todos los domingos del mes de octubre a las 20:00 horas.
Javier Herrero

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