jueves, 20 de diciembre de 2012

Comics 1



Tom Gauld
Goliat
Sins Entido / Apa Apa Comics, 2012

El escocés Tom Gauld nos propone una interesante revisión del mito de David y Goliat, en una novela gráfica que, sobre todo, tiene una propuesta de escritura pausada y una de dibujo muy intencionada. Con dibujos sencillos pero muy expresivos, Gauld juega con los silencios y con los tiempos de espera y las repecticiones. Tiempo y repeticiones que le toca al protagonista de la historia, un gigantón llamado Goliat que pertenece a un ejército que mantiene una lucha enquistada contra los israelitas. El rey le designa, por iniciativa de uno de sus asesores, como llave para salir del estatu quo en el que permanecen desde hace ya mucho tiempo y así acabar con la guerra de forma a priori muy sencilla. Pero el final puede no ser el que se espera. Una estupenda historieta en el terreno gráfico y en el de la narración.
Javier Herrero


Milan Hulsing
Ciudad de Barro
Sins Entido, 2012

Uno de los graves problemas que tienen las sociedades, ya sean modernas, democráticas o todo lo contrario, es el de la corrupción de sus gestores. El holandés Milan Hulsing nos presenta su Ciudad de barro, una fascinante incursión en el mundo de las corruptelas que entremezcla los sueños y las fantasías entre su narración. Con un elaboradísimo trabajo gráfico en tintas limitadas y trazos bastos como pinceladas, Hulsin sitúa a un mediocre y gris funcionario de El Cairo en la tesitura de solucionar sus envidias y medianías utilizando su puesto en la administración para desviar dinero público a sus cuentas privadas. Y lo hace de una manera harto singular (mejor no dar ideas): se inventa una ciudad al sur del país donde la policía está continuamente necesitando fondos para hacer frente a las revueltas sociales. Quizás su invento se vuelva contra el funcionario. Gran imaginación la de Hulsing quien, con gran maestría en el dibujo, nos ofrece una mirada distinta de la lacra de la corrupción.
J.H.

Michèle Gazier y Bernard Ciccolini
Virginia Woolf
El Chico Amarillo / Impedimenta, 2012

La editorial Impedimenta se lanza a la publicación de novela gráfica con la presentación del primer número de su nueva colección El Chico Amarillo. Como no podía ser de otra manera, el argumento es absolutamente literario. Se trata de la traducción del cómic Virginia Woolf, cuyo guión lo ha realizado Michèle Gazier, profesora de español y traductora a su lengua de obras literarias españolas (de Manuel Vázquez Montalbán, Juan Marsé o Paco Umbral, entre otros). Ha contado con el trabajo gráfico del ilustrador y director de arte Bernard Ciccolini. Juntos han puesto en imágenes la vida de la escritora londinense Virginia Woolf (1882-1941), una “osadía” que tiene como colofón un libro en el que podemos bucear por los traumas e inspiraciones que dominaron y condicionaron la vida de la escritora de Orlando y Las olas. Una forma original de presentar biografías de autores que quizás recuerde a aquellas biografías ilustradas que se publicaban en España allá por los años sesenta. Una gran iniciativa llena de cultura.
J.H.

Alex Toth
Las mejores historias de los años 50
Diábolo Ediciones, 2012

Se dice de él que es uno de los grandes dibujantes de cómics de la historia, Alex Toth (1928-2006), colaborador en personajes indispensables como Linterna Verde, Flash, Batman, Supermán... y muchas historias cortas para editoriales diferentes, entre las que destacan sus colaboraciones con DC Comics. Precisamente previo ese periodo en esta editorial, estuvo más de dos años trabajando para Standard Comics, donde Toth produjo 62 historias que ocupan casi 400 páginas. Ese trabajo es el que reproduce este magnífico libro antológico, que incluye tanto sus historias románticas como de suspense, bélicas, de terror o de ciencia ficción. Imaginación a raudales en historias que quizás hoy puedan resultar un poco ingenuas pero con un desarrollo gráfico que abrió puertas a una evolución del cómic cuya influencia todavía dura hoy día. Incluye una entrevista al autor realizada en 1968, muchas notas y referncias a su trabajo y pequeños estudios sobre su obra.
J.H.

lunes, 17 de diciembre de 2012

Alfonso

Visita de Alfonso XIII a las Hurdes. Junio 1922 

Alfonso
Obras maestras
La Fábrica, 2012

Es importante no perder la memoria para no caer en los mismos errores (trágicos, muchos de ellos) que nos han hecho sufrir en el pasado. Desde su invención, la fotografía ha sido un aliado fiel (y cada vez más) para que los recuerdos permanezcan y se conviertan en un testimonio fidedigno del pasado que fue (y para que nunca regrese de la misma manera).

Verbena popular. Madrid, 1922

El fotoperiodismo ha sido además una importante herramienta para historiadores e investigadores, para denunciar abusos y para fijar lo que es una sociedad en un momento determinado y que sus habitantes, su cultura, sus costumbres... no se pierdan en el olvido del tiempo.

Alfonso Sánchez García y sus hijos. 1925
En España, ha habido fotógrafos muy importantes que han asentado la vida real con su arte, su técnica y su habilidad para captar imágenes muchas veces insólitas y casi imposibles. Uno de los más importantes fue Alfonso Sánchez García (1880-1953), conocido profesionalmente como Alfonso. En realidad, su legado es el legado de una saga de fotógrafos, pues firmando con el mismo nombre, a este pionero del fotorreporterismo le siguieron tres de sus hijos, Alfonso, Luis y José. Juntos llevaron a cabo un ingente trabajo que documenta casi todo el siglo XX, desde que Alfonso padre se iniciara en la década de 1910 hasta finales de los años 80. Un legado de más de 116.000 negativos que son memoria impresa, vibrante y fiel de nuestra historia. Desde la Guerra de Marruecos (con un fantástico retrato a Abd-el-Krim) hasta imágenes de la vida durante el reinado de Alfonso XIII, el movimiento obrero de la Segunda República, la Guerra Civil... Todo trufado de estampas de la vida cotidiana y de algunos retratos de personalidades de la la vida cultural, política y militar de nuestro país a lo largo de tan largo período de tiempo (el espeluznante retrato de José Millán Astray en posición de firmes es impagable).

José Millán-Astray. 1935
Parece que en las fotografías de las batallas de la guerra, de los disturbios de las revueltas o. simplemente, de los acontecimientos populares o deportivos más comunes, el fotógrafo estuviese preparado para obtener toda la magia del instante en imágenes perfectas, como si estuviese todo planificado. Esa es precisamente la maestría de los grandes de la cámara que, como ahora, hace la foto casi sola, pero que necesita de un ojo, de una mirada de artista y de periodista para lograr la esencia del momento histórico o del suceso social o familiar que se está retratando. Por no hablar de los fantásticos retratos que en el famoso Estudio Alfonso de la Gran Vía madrileña (previamente en la calle Fuencarral y en la de Carretas) se hicieron de las personalidades más relevantes de un siglo tan castigado por las guerras y la falta de libertades.
Este libro, que recoge las mejores fotografías de la saga, ha sido comisariado y relatado por otro de los grandes fotógrafos españoles, Chema Conesa, y se convierte en una obra esencial, no solo de nuestra fotografía, sino de la fotografía periodística y social de todo el mundo. Además, contiene textos de los académicos Antonio Rodríguez de las Heras y Juan Miguel Sánchez Vigil, y del mismo Alfonso Sánchez Portela, Alfonsito (1902-1990), recuperando el discurso que nunca llegó a leer en su ingreso en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en 1989. Una joya de libro, con una edición inmejorable de gran formato y un papel e impresión de gran calidad.
Javier Herrero

viernes, 14 de diciembre de 2012

Sonidos 22



Lazy
Across, around
(Canon Jack, 2012)

Autoproducidos, la banda de Santander Lazy presentan su segundo trabajo titulado Across, around. Una apuesta firme por hacer que el que fuera estilo indie del pop español evolucione hacia una suerte de rock psicodélico con muchos de sus asideros sonoros en el folk norteamericano. Cantan en inglés y el disco no hace sino asentar la intensidad con que en muchos circuitos han sido recibidos, pues lograron ser Disco del Año de 2009 en Cantabria para la revista Mondosonoro (con Reservoir, su disco debut), ganaron el concurso Puro Cuatro en la categoría Pop. Los premios refuerzan la voluntad de transmitir su música, pero es la misma música la que se sitúa por sí misma.
Puedes escuchar el tema Split again pinchando aquí.
Javier Herrero

Pupila
La guerra relámpago
(Autoproducido, 2012)

La intensa y decidida voz de Ana Huerta hace vibrar los acordes de las canciones de la guerra relámpago, el debut de un cuarteto madrileño de nombre Pupila. Fuertemente guitarreros y con gran contundencia en la batería, son puro rock con tonalidades electrónicas que se funden a la perfección con las abigarradas melodías. No se trata de ninguna propuesta novedosa, pero sí de un trabajo muy bien elaborado que es muy indicado para los aficionados al rock emocional y épico (este, cantado en castellano), con ambientes opresivos y muy afines a lo que se avecina en unos días: ese tan cacareado fin del mundo.
Puedes escuchar el tema La invasión de Polonia pinchando aquí.
J.H.

Sonic Trash
Hey chica
Sunthunder Records, 2012

Más potencia para comenzar el nuevo año con un poquito de rabia en la sangre (y es que parece que están sentándose las bases para una generación de canción protesta, cualquiera que sea el estilo que interpreten). En este caso es simplemente rock, afilado, veloz, con un puntito salvaje... Se trata de Sonic Trash, un grupo que surge del parón de otro bien conocido: Ya te Digo, que, junto a Marian en la batería, han decidido dar un vuelco sonoro a sus inquietudes tras haber pasado el año 2011 homenajeando a The Velvet Underground con otra formación a la que denominaron Venus in Furs (como la canción de la Velvet, inspirada en el libro del mismo título –La Venus de las pieles, en español–, que escribió Leopold von Sacher-Masoch). Una gira que se hizo con motivo de la presentación de un libro de Victor Bockris titulado Up thigt, donde, precisamente desarrolla la biografía de The Velvet Underground.
A pesar de título tan simplón, Hey chica, el disco que ahora presentan se nutre de la cultura underground, con un rock alternativo lleno de riffs y muy intenso. Cuentan con la colaboraciones de Cristina (El Columpio Asesino) y de Willy (Cherry Boppers).
Puedes ver el vídeo de Cabronazo pinchando aquí.
J.H.

martes, 11 de diciembre de 2012

Speak low

Montesol
Speak low
(Sins Entido, 2012)

Más de veinte años después de haber abandonado la realización de historietas, el barcelonés Francisco Javier Ballester, más conocido como Montesol, regresa al terreno del cómic con Speak low, título inspirado en una canción de Kurt Weill. Un libro gráfico que más parece un diario dibujado de artista, un libro en el que ha querido contarse a sí mismo y en privado muchos de los recuerdos que han marcado su existencia, tanto generacionales como artísticos. Recuerdos y vivencias que se funden con el dolor de la Guerra Civil, la añoranza por la feliz niñez, los libros que leyó y las aventuras literarias que despertaron su imaginación, los veranos en la playa, la adolescencia en Madrid, la música, las noches locas, las amistades y los amores que quedaron atrás y que dejaron huellas de dolor y de belleza...
Un relato con el que Montesol recupera algunas de las narrativas eclécticas que bullían en los tiempos en que su pluma hizo famosos algunos perfiles de la capital de la Movida, con su cartel de Cinzano siempre presente al fondo.
Una forma de narrar, tanto en escritura como en el dibujo, vigorosa y atrevida, trazada a esbozos que laten con gran energía. Pinceladas bruscas y aguadas, rayajos de lápiz, perfiles de tinta seca... La mano de un artista que en los últimos tiempos ha venido dedicándose a la pintura. Un dibujante que aporta su visión de la historia haciendo referencia a «cómo el tiempo barre con todo. En realidad, el tiempo nos deja jugar muy poco a nuestro juego favorito: “perder el tiempo”».
Cine, literatura, historia reciente, viajes... recuerdos dibujados de un artista culto y entregado a esa extraña y apasionante tarea de transmitir ideas, de contar historias y de provocar sensaciones por medio del dibujo.
Puedes ver un vídeo promocional de Speak low, con la canción de Kurt Weill de fondo, pinchando aquí.
Javier Herrero

lunes, 10 de diciembre de 2012

M, el vampiro de Düsseldorf

Fritz Lang
M, el vampiro de Düsseldorf
1931 (Divisa Home Vídeo)

Un sobrecogedor sádico criminal, Peter Kürten (1883-1931), estremeció el corazón de los habitantes de la ciudad alemana de Düsseldorf entre finales de 1929 y principios de 1930. Sospechoso de haber intentado forzar a una mujer, acabó confesando más de 90 crímenes, iniciados a la tempranísima edad de nueve años cuando sintió la necesidad de matar y de excitarse con las llamas y la sangre. Fue tal el revuelo provocado por este sanguinario personaje que no dudó en matar a varias niñas de manera violenta, que los psiquiatras trataron de extraer de su comportamiento y sus declaraciones a lo largo del juicio todas las explicaciones posibles antes de que fuera guillotinado como consecuencia de las cuatro sentencias a muerte a las que fue condenado.


Un año después de la detención de Kürten, el cineasta Fritz Lang (1890-1976) estrenó M (en España, subtitulado como El vampiro de Düsseldorf), con un guión inspirado claramente en este criminal, aunque con un desarrollo argumental con muchas libertades cinematográficas. El protagonista, Peter Lorre, consiguió con este papel de sádico desalmado y descontrolado, una de esas pocas cotas de excelencia interpretativa, lo que le abrió las puertas de París, Londres y, por fin, de Hollywood, donde desarrolló una notable carrera llena de éxitos. Para muchos, como Alfred Hitchcock, Lorre plasmó a la perfección el rol de asesino psicópata y aún hoy día es referente en la interpretación de este tipo de papeles en el cine contemporáneo.


En un principio, Lang quiso llamar a la película M. Asesinos entre nosotros, pero el imparable ascenso de los nazis en la sociedad alemana obligó a reducir ese título, con una alusión metafórica a los nacionalsocialistas que acaparaban el poder con prácticas poco éticas y muy violentas.
Fue la primera película de Lang y, con gran maestría, utilizó como siniestro leitmotiv de los asesinatos una conocida melodía silbada por el criminal, que reproduce el cuarto movimiento de la Suite Nº1, Op. 46, de Peer Gynt, obra compuesta por el noruego Edvard Grieg. (escucha la melodía).


Lang se tomó libertades de guión situando al asesino convulso entre dos frentes perseguidores. Uno es, lógicamente, la policía, que efectúa redadas contínuas por todos los rincones de la población, con especial atención a los lugares más sórdidos (llegó a tener en la realidad cerca de 900.000 sospechosos). El otro perseguidor del asesino es el hampa, el submundo criminal de la ciudad que, aunado como un gremio, reconoce que mientras sigan cometiéndose esos asesinatos tan mediáticos, la policía no va a dejarles desarrollar su labor delictiva con tranquilidad, por lo que deciden localizar y capturar a M y llevarlo a juicio (cuyo resultado es bien previsible). Un juicio surrealista llevado a cabo por la mafia, los truhanes, las prostitutas y los mendigos, donde el asesino (con una fabulosa interpretación de Peter Lorre) hace una declaración de principios, donde muestra sus pulsiones, miedos y debilidades que le impulsan a cometer los crímenes, sentando así las bases dl perfecto criminal psicópata en el cine.
La edición en dvd que presenta Divisa es la última restauración de la película que recupera el montaje original del director con una calidad de imagen estupenda. Además, incluye un segundo dvd con la versión inglesa, descubierta recientemente por el British Film Institute, en la que, sin el consentimiento de Lang, se filmaron nuevas escenas (a veces con los mismos que utilizó el director y en otras con diferentes actores) y se le incluyó un final de tono más optimista. Entre los diversos extras que incluyen los discos sobre actor y director y sobre las distintas versiones, se incluye un muy interesante artñiculo sobre la vida real de Peter Kürten, el verdadero asesino en el que se inspira la historia. Un relato tan espeluznante que casi se convierte en una premonición de los horrores que vería Europa pocos años después con Hitler en el poder.
Puedes ver el trailer de M, el vampiro de Düsseldorf pinchando aquí.
Javier Herrero

Addenda
Como complemento a esta crónica, no quiero dejar pasar la oportunidad de hablar de una de esas joyas casi desconocidas del cine español que tiene un argumento similar al de M, el vampiro de Düsseldorf. Se trata de El cebo (1958), dirigida por Ladislao Vajda (1906-1965) en Suiza, con actores extranjeros. El cebo tiene las mismas trazas de la cinta de Fritz Lang y también de otra película única, La noche del cazador (1955), la única película dirigida por Charles Laughton, una obra maestra en la que las pesadillas se confunden con el cuento y el terror (con niños de por medio).
Aunque El cebo es todavía más curiosa, dado que fue rodada en España en una época en la que eran poco habituales este tipo de producciones. Ladislao Vajda, autor de la inmortal Marcelino, Pan y Vino (1955) y de Mi tío Jacinto (1956) contó con Heinz Rühmann en el papel del comisario Matei, que persigue a un psicópata criminal obsesionado por las niñas jóvenes, entre las que se encuentra la joven María, a la que utiliza como cebo para atraer al asesino (interpretado por un estremecedor Gert Fröbe) que las que atrae con dulces y trucos de magia. Cuenta además con un papel magnífico Michel Simon, hundido por ser sospechoso de los asesinatos.
No puedo dejar de recomendar esta historia emocional y familiar de un psicópata y de la investigación policial que busca detener sus crímenes y que está narrada con tintes expresionistas a la forma de un cuento clásico, con el estilo frío y despiadado de la Caperucita Roja, en la versión original de Charles Perrault.
Puedes ver una secuencia de El cebo pinchando aquí.
J.H.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Sonidos 21



Ballaké Sissoko
At peace
(No Format / Naïve, 2012)

Solo tres años menor que el otro maestro del kora, Toumani Diabaté, el también maliense Ballaké Sissoko es uno de los músicos africanos más inquietos. Participó en el proyecto 3Ma (Madagascar, Mali, Maruecos) (Contre-Jour, 2009) que fue elegido como el Mejor Album de World Music en las Listas Europeas de Radio en 2008. Un proyecto en el que tres instrumentos de cuerda, la valiha, el oud y la kora, vibraban llenos de vida con la interpretación de tres artistas geniales: el malgache Rajery, el marroquí Driss El Maloumi y el mismo Ballaké Sissoko. Ya en el sello francés No Format, grabó el disco Chamber music (2009) junto al violonchelista Vincent Segal, en uno de los dúos más originales, sugerentes y hermosos de los últimos tiempos.
Ahora presenta un nuevo disco, producido por el propio Vincent Segal, At peace, con el que demuestra que es un virtuoso de ese delicado instrumento de sonidos frágiles y etéreos, con melodías que parecen surgir del viento que barre las arenas del desierto. Nueve canciones llenas de serenidad y belleza que suanan a amor filial, a tradición mandinga y herencia griot y entre las que se encuentra una curiosa versión del clásico brasileño Asa branca. Una maravilla llena de sensibilidad y emociones.
Puedes ver una interpretación campestre de Asa branca pinchando aquí.
Javier Herrero

Daniel Minimalia
Cuentos sonoros
(Zouma Records, 2012)

Daniel Minimalia (Daniel Llorente) es un joven guitarrista de 28 años que se crió escuchando músicas de los ochenta y clásicos del rock como Led Zeppelin o Deep Purple. Sin embargo, de forma inesperada, su habilidad para tocar el instrumento le ha llevado por unos derroteros diferentes, hacia lo que podríamos denominar músicas planeadoras, cercanas al rock sinfónico y a un paso del new-age. Aunque afirma que nunca los había escuchado, la música que despliega en Cuentos sonoros trae a la memoria a artistas como Mike Oldfield, Jean-Michel Jarre o Tangerine Dream (aunque sin tanta presencia electrónica). Un atrevimiento mayúsculo, pues aventurarse a realizar un disco instrumental en los tiempos que corren es de valientes que quieren demostrar su capacidad compositiva (todos los temas son de la autoría de Daniel), con pasajes muy íntimos entrelazados con dosis de energía soñadora y voladora.
Para demostrar su capacidad con la guitarra y poner en marcha este trabajo, tiene preparada una presentación en Madrid (29 de enero de 2013) en la sala Clamores. Antes, pasará por el Teatro Principal de Orense el 9 de enero.
Puedes ver el vídeo de Páramos lejanos pinchando aquí.
J.H.

Olivenza
Olivenza
(Frontera, 2012)

De Badajoz es Cira Fernández. De Oporto, Raúl Marques. Juntos forman Olivenza, un proyecto transfronterizo que habla de pueblos y de tierras, que recoge tradiciones sonoras tradicionales y las transforma en algo novedoso y muy actual, que es tanto canción de autor como música tradicional. Sonidos que viajan por las dehesas extremeñas, bajo las encinas y con el rumor de los riachuelos, hasta encontrarse con el fado luso, haciendo de ese disco homónimo un trabajo lleno de eclecticismo que no renuncia a acercarse unas veces al pop y otras al jazz melódico.
Cuentan con colaboraciones instrumentales como las de David El Indio (de Vetusta Morla) en las percusiones, Borja Barrueta (que acompaña a Jorge Drexler) tocando la batería, Roberto Pacheco en el trombón, David González Cambray con el contrabajo y Miquel Ferrer en la batería. Juntos, han creado un interesante ejercicio de folk latino.
Puedes ver el vídeo de Antarctica pinchando aquí.
J.H.

martes, 4 de diciembre de 2012

Paz en la Tierra

Stanisław Lem dibujado por Javier Herrero

Stanisław Lem
Paz en la Tierra
Cátedra, 2012

Podría decirse que Stanisław Lem (1921-2006) fue un inventor de interrogantes. Con su obra, el escritor polaco nos ha hecho pensar cosas que nunca nos hubiéramos planteado. Nos llevó por evoluciones de nuestro mundo, de nuestra civilización e, incluso, de nuestros propios organismos que, unas veces por absurdas, otras por terroríficamente posibles, nos han permitido cuestionarnos algunas de las bases culturales y sociales que parecen tan firmemente asentadas en nuestro planeta. Nunca quedó nada planteable que no destripara, analizara y deconstruyera para presentarlo de cualquier otra forma o para verlo desde otro foco.
Quizás Lem sea de uno de esos pocos escritores capaces de hacer realidad literaria o ensayística todo lo que el pensamiento sea capaz de imaginar. Creó juegos de identidad en Solaris (1961, editada recientemente en Impedimenta), quizás su obra maestra en la que la realidad y la irrealidad juegan a las cartas de tú a tú provocando incertidumbres sobre la verdad y lo falso.
Imaginó un cataclismo mundial (mucho tiempo antes de la existencia de internet) en Memorias encontradas en una bañera (1961, publicada en 1977 por Bruguera) en el que la desaparición de los documentos (en papel) provocaban el desastre de la sociedad industrializada.
Nos hizo temblar de miedo con el azar jugando con los cadáveres de Londres en La investigación (1959, también publicada en Impedimenta).
Se adelantó muchos años a la famosa película Matrix cuando en Congreso de futurología (1973, con una edición en Alianza Editorial) imaginó un mundo de humanos viviendo en una realidad falsa y oculta tras un infinitum de trampas mentales y narcóticas. En esta última novela aparece el que fue su personaje más famoso, Ijon Tichy, un aventurero que, al modo de Gulliver, recorría el espacio interestelar conociendo otros mundos. Mundos que, en el fondo, no son más que variantes fantásticas, divertidas, irónicas, a veces estrambóticas, de nuestro propio mundo.
Es inexcusable la lectura de Diarios de las estrellas (Viajes y Memorias) (1957), que cuenta con uno de los inicios más fabulosos, con el protagonista peleándose con sus yoes de ayer, de mañana, de pasado mañana, de antes de ayer... (Qué bueno sería una nueva edición de este libro que publicó Bruguera allá por 1978 y hoy difícilmente localizable).
Para sorpresa de aficionados a la fantasía y lemistas irredentos, Cátedra despide este 2012 con un texto inédito en español, que también tiene a Ijon Tichy como protagonista, Paz en la Tierra, escrito por Lem en 1987. Y en él vuelve a plantear interrogantes y cuestiones deslumbrantes, como el desdoblamiento del cerebro del protagonista en dos entidades con voluntad independiente. O el desarrollo de prototipos de compañía para el placer sexual, la protección o el delito, con los múltiples conflictos morales y judiciales que podría conllevar.
También hace una reflexión sobre el desarrollo armamentísitco de las potencias de la tierra (hay que obsevar que escribió Paz en la Tierra unos años antes de la Caída del Muro y del fin de la Guerra Fría). Ijon Tichy se ve involucrado en una misión secreta para verificar el contradictorio plan de desarme global que plantea un desarrollo de las armas por sí mismas, evolucionando con su propia tecnología como si fueran seres vivos, pero desterradas en la luna y con el desconocimiento de los países de la tierra para que no puedan sacar beneficio de ellas. Puede parecer absurdo, pero el texto está plagado de argumentaciones y conjeturas sobre los problemas derivados de ese plan y, con ellos, Lem realiza una profunda disección del desarrollo bélico de los países de nuestro mundo.
Como en muchos otros de sus libros, en este Lem vuelve a demostrar que fue una de esas pocas mentes lúcidas que podrían haber contribuido a poner un poco de cordura en nuestro loco planeta azul (aunque si se hubiera dedicado a ello, habríamos perdido a un emocionante, divertido e incisivo escritor y, quizás, solo habríamos recibido a otro político más).
Como muestra de su capacidad dialéctica, una frase de Paz en la Tierra:
«Mucho tiempo después, Tarantoga me contó que la prímula se secó, porque al primo, entusiasmado con sus investigaciones paleobotánico-gastronómicas, se le olvidó regarla. Se trataba de un fenómeno típico: el que solo piensa en plural, no da importancia al singular. Es por eso que los grandes reformadores, quienes aspiran a hacer feliz de golpe a toda la humanidad, no tienen paciencia para personas concretas».
¡Terríblemente contemporáneo!
¡Deslumbrantemente cercano!
Javier Herrero