lunes, 14 de mayo de 2012

Expresiones de la locura


Hans Prinzhorn
Expresiones de la locura. El arte de los enfermos mentales
(Ediciones Cátedra. 2012)

Justo en el inicio de la introducción a su libro, el autor sugiere que hablar de “arte de los locos”, de “arte de los enfermos mentales”, de “arte patológico” o de “arte y demencia” implica un juicio de valo al añadir la palabra “arte” con su significado emocional establecido. Pero sobre esto, la especialista en Historia del Arte Julia Ramírez comenta en la introducción que es el propio autor el que planteando esta monografía tal y como lo hace, ya presenta un juicio de valor al realizar una selección absolutamente subjetiva y con criterios estéticos de las obras creadas por enfermos mentales, objeto de este ensayo.
Ese es, precisamente, el tema de este interesantísimo libro de carácter médico titulado Expresiones de la locura que, desde su edición en Austria en 1922, fascinó a grandes artistas de los itsmos artísticos y se convirtió en uno de «los manantiales secretos» de donde bebieron las vanguardias.
Cuando, con 33 años, Hans Prinzhorn (1886-1933) enta a trabajar en el hospital psiquiátrico de la Universidad de Heidelberg, recibe el encargo del director de la clínica de catalogar la colección de dibujos, esculturas y otras formas de expresión que durante tiempo han ido guardando procedentes de la producción espontánea que han desarrollado algunos enfermos mentales internos en el centro. Prinzhorn, además de psiquiatra, es licenciado en Historia del Arte y dibujante aficionado y su formación en ambos campos hace que se implique hasta tal punto en la tarea que pronto solicitará a otras instituciones psiquiátricas de distintos puntos del mundo que le envíen obras que hayan realizado los enfermos internos en ellas. En no mucho tiempo, su colección se amplía desmesuradamente llegando a alcanzar unos 4.500 trabajos elaborados por unos 350 internos, obras que proceden de Austria, Alemania, Suiza, Italia, Holanda, Japón, Hungría y Estados Unidos.
Con este material y realizando diversas entrevistas a los pacientes-creadores, Prinzhorn escribe su primera obra médica, Bildnerei der Geisteskranken, traducido como Expresiones de la locura, que se publica en 1922. Con ella quiere analizar el proceso creativo, los fundamentos psicológicos del arte a través de unos artistas espontáneos que carecen de censuras o de prejuicios culturales y que abordan su obra como una necesidad o una pulsión interna a la que lleva su propio estado mental. Hoy día, la expresión plástica se utiliza a menudo como una terapia o como un catalizador de los vaivenes emocionales de muchos pacientes, pero en la época de este ensayo el estudio supuso una revolución médica (al margen de la influencia que tuvo en las corrientes artísticas de la época).
Dada su formación paralela, Prinzhorn compuso su libro al modo de un ensayo sobre el arte, analizando pormenorizadamente la obra de diez artistas esquizofrénicos y acompañándolo por primera vez en la literatura médica de una gran profusión de imágenes en blanco y negro y color. Esto hizo del libro una potente fuente de inspiración para esos movimientos artísitcos que a la sazón comenzaban a romper los pratrones tradicionales. Los surrealistas lo adoptaron de inmediato casi como una biblia y muchas de las obras de este movimiento parecen estar inspiradas en las expresivas y sugerentes imágenes creadas por los enfermos mentales que se pueden ver en el libro de Prinzhorn.
Parece también un anticipo de los que, años más tarde, se denominaría Art Brut, movimiento impulsado por Jean Dubuffet para describir el arte creado al margen de la cultura oficial. Muchas obras de las cuales cayeron bajo la inquisitoria censura de la época nazi que consideró muchas obras como Arte degenerado, por no hablar de la consideración inquietante que tuvieron sobre los enfermos mentales…
Lo que puede verse en este libro también parece intuir la futura llegada del expresionismo, dada la fuerza e intensidad de las imágenes de muchos de los autores-pacientes, envueltas en densas atmósferas con obsesivas repeticiones y agresivas pinceladas.
En cualquier caso, se trata de un libro con un doble interés, médico y artístico, y aunque el primero pueda haber sido superado por la evolución de la medicina psiquiátrica, no puede negarse que transmite una potente intensidad llena de emociones plásticas.
Puedes ver una muestra de obras de The Prinzhorn Collection (en alemán) pinchando aquí.
Javier Herrero

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