Joyce Carol Oates
Una hermosa doncella (Alfaguara, 2011)
La escritora neoyorkina Joyce Carol Oates es quizá una de las voces más destacadas de la literatura norteamericana contemporánea, presente casi todos los años en las listas de candidatos a ser nominados al premio Nobel de Literatura. En sus propias palabras, afirma estar influida sobre todo por el libro de Lewis Carroll, Alicia en el País de las Maravillas, aunque sus textos distan mucho de ser considerados cuentos para niños, pues en ocasiones se acercan con gran sordidez a los aspectos más desasosegantes de la sociedad humana contemporánea. La violencia, el estupro, el incesto, las fantasías sexuales... están presentes en su obra de forma casi constante y es la mujer la que se lleva el protagonismo fundamental de la misma.
Su último texto es una elegante joya artística. Una hermosa doncella es una deliciosa narración sobre una incómoda y a priori poco comprensible relación entre una niña de dieciséis años y un anciano millonario y pintor aficionado. La joven Katya Spivak trabaja de asistente interna para niños en la vivienda de un matrimonio insustancial y un buen día, en el paseo que realiza con los pequeños, conoce a un venerable anciano, Marcus Kidder, que de forma inesperada para ella, comienza a tratarla con una atención desmedida. Las diferencias de edad son tan grandes que la chica se deja llevar como si de su abuelo se tratase, pero, poco a poco, las atenciones del caballero se transforman en una relación que muy poca gente admitiría sin que algo extraño se colase en sus opiniones.
Como si de Caperucita roja se tratase, el anciano se convierte en el lobo feroz que seduce con sus atributos sociales a la joven inexperta. A su vez, como afirma un crítico, destellos de la Lolita de Nabokov se cuelan sin tapujos en esta absorbente novela, pues Katya es joven y probablemente inexperta, pero espabilada y con una capacidad de adaptación muy desarrollada. Hay que decir que el texto es delicado, frágil, hermoso, sin elementos que pudieran considerarse sórdidos o escabrosos y la prosa es de una brillantez que su lectura se convierte en un plato lleno de sabores y perfumes exquisitos. Una gran obra de una autora con un corpus literario muy extenso y que cualquier año recibirá el galardón más famoso de las letras internacionales.
Joyce Carol Oates
Ave del paraíso (Alfaguara, 2010)
La insípida vida de Sparta, un aburrido pueblo del estado de Nueva York, se ve alterada por un suceso trágico. Una mujer aparece muerta en su habitación. Era dependienta de la tienda de helados, pero también era cantante de country, promiscua y demasiado liberal para las adocenadas mentes de los habitantes del pueblo. El problema es que Krista, la preadolescente que narra en primera persona los sucesos según su obsesiva y compulsiva óptica, se da cuenta de que algo turbio se cierne sobre su familia, pues parece que su idolatrado padre es sospechoso del crimen. El análisis de los sucesos se topa de bruces con la madre y el hermano, que tratan de separarla de su padre, quien, por otro lado, busca redimirse en su hija.
La neoyorkina Joyce Carol Oates, nominada ya varias veces al Nobel de literatura, incide en su intenso universo faulkneriano de nuevo en una novela que se acerca cada vez más al género negro aunque con las complejidades emocionales y narrativas con las que suele enfrentar a sus personajes. La moral se pone en cuestión, lo lascivo y lo oculto aparecen hostigando las buenas costumbres como en una película de David Lynch, el erotismo se desliza por cada palabra de la narración... Una nueva inmersión en la extraña perversión que subyace en la sociedad del bienestar.
Javier Herrero
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