miércoles, 18 de julio de 2012

Federico García Lorca


Federico García Lorca, dibujo realizado por Javier Herrero

Federico García Lorca
Romancero gitano / La casa de Bernarda Alba
La zapatera prodigiosa / Bodas de sangre
Alianza Editorial, El Libro de Bolsillo, edición 2012

Fue uno de los poetas y dramaturgos más famosos del siglo XX. Federico García Lorca (1898-1936) llevó las letras al olimpo de la belleza con su prosa poética, sus poemas narrativos y sus dramas incruentos que horadaban el alma del espíritu de nuestro país. Nacido en la ciudad granadina de Fuente Vaqueros, fue estudiante en la Residencia de Estudiantes de Madrid en el decenio 1918–1928, compartiendo experiencias con el pintor Salvador Dalí, el cineasta Luis Buñuel y el ingeniero José Bello, a quienes se unía regularmente en las veladas culturales el poeta Rafael Alberti. Un grupo de artistas fundamentales en la cultura de nuestro país, dentro de lo que, en el terreno de la literatura ha venido en llamarse Generación del 27, heredera cultural de la otra que se ldenominó Generación del 98. Tras este periodo, Lorca regresó a la Universidad de Granada, donde se licenció en Derecho, aunque nunca llegó a ejercer la abogacía, pues su vocación era, a todas luces, la literatura.

Grupo de barracos con Federico García Lorca sentado el primero a la izquierda.

Durante la Segunda República, dirigió la compañía teatral La Barraca, desde la que puso en escena algunas grandes obras del Siglo de Oro español y le permitió estrenar alguno de sus dramas, como Doña Rosita, la soltera, Bodas de sangre o Yerma. Fue una compañía de patrocinio oficial que estaba imbuida del espíritu republicano de llevar la cultura a todos los rincones del país, por muy modestos que fueran sus habitantes, y dejar a un lado el especto elitista del que siempre había adolecido la cultura. Con el estallido de la Guerra Civil, Lorca, que se definía a sí mismo como “católico, comunista, anarquista, libertario, tradicionalista y monárquico”, fue detenido, por una denuncia anónima, en la casa del también poeta Luis Rosales, que consiguió un compromiso de las autoridades de que sería puesto en libertad. Pese a ello, el gobernador civil de Granada, José Valdés Guzmán, dictó orden de fusilamiento contra él y parece ser que fue fusilado la madrugada del 18 de agosto de 1936 en el camino que va de Víznar a Alfacar, donde su cuerpo fue enterrado en una fosa común anónima en algún lugar de esos parajes con el cadáver de un maestro nacional, Dióscoro Galindo, y los de los banderilleros Francisco Galadí y Joaquín Arcollas, ejecutados con él. Aún hoy día, la búsqueda de sus restos sigue creando confusión an una parte (cada vez menos numerosa, por fortuna) de nuestra sociedad, tanto civil como política.



Alianza Editorial acaba de publicar la reedición en su revisión del Libro de Bolsillo de cuatro de sus grandes títulos, cada uno una obra maestra particular e imprescindible. Un libro de poemas, Romancero gitano (1928), y tres obras teatrales, La zapatera prodigiosa (1930), Bodas de sangre (1933) y La casa de Bernarda Alba (1936), todas ellas anotadas, prologadas y editadas por el especialista en Lorca y también poeta, el palentino Mario Hernández.
El mundo gitano se muestra en toda su belleza en el Romancero gitano, un conjunto de 18 romances anegados de noche, de luna, de cielo y, por supuesto, de muerte. Un conjunto de poemas delicados y apasionados en los que los símbolos trazan metáforas acerca del mundo que describe, el de un pueblo perseguido, castigado y con un orgullo de raza imenso que anega toda su identidad.
En los otros tres libros, dramas y farsas, se aborda uno de los grandes males de la sociedad española de aquellos tiempos (y quizás, de la de hoy día, aunque algo más solapado): el machismo, el sometimiento de la mujer a normas rígidas de comportamiento y su tradicional misión en la vida para servir al hombre, darle descendencia y cuidar de la prole.

Fotografía con Lorca y Dalí en su época de la Residencia de Estudiantes

En La zapatera prodigiosa incide, a modo de farsa, en la difñicil convivencia que surge en los matrimonios de conveniencia, en las uniones sin amor y con gran diferencia de edad y de sentimientos.
Bodas de sangre, escrita en prosa y en verso, habla de la arcaica lucha entre la vida y la muerte, entre la sangre y el puñal, entre la pasión y la venganza. Una obra representada miles de veces y llevada a la pantalla en diferentes ocasiones, que es una obra maestra de las letras universales.
Como también lo es La casa de Bernarda Alba, en donde se reflejan de manera áspera, arisca, incómoda, las angustias sufridas por la mujer en sociedades pacatas que marcaban los pasos que debían dar en la vida. Una obra imprescindible, hermosa y terrible al mismo tiempo, con personajes inolvidables y emociones encontradas entre la belleza que se siente al leerla y la molestia que supone el significado de lo leído. Este drama fue el ultimo que acabó Lorca antes de ser fusilado, pues no llegó a acabar el que tenía entre manos, La fuerza de la sangre, cuando acurrió el asesinato.
A estos cuatro títulos reeditados con el nuevo diseño del Libro de Bolsillo seguirán otros títulos de la obra del gran escritor granadino y de los que esperamos volver a hablar cuando aparezcan en el mercado (aunque aún pueden encontrarse algunos con el anterior diseño de la colección).
Javier Herrero

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