Daniel Knauf
Carnivale
Serie de televisión (2004-2005) HBO/Warner Home Vídeo
Médiums, fuerzas extrasensoriales, adivinaciones; hombre-lagarto y mujer-serpiente, enanos, mujer barbuda, forzudo, siamesas, hombre de goma... Suena a circo. A feria de monstruos. A un lugar donde todo es posible y la magia está asegurada por tan solo pagar unos miserables centavos... Un lugar que a la vez provoca miedo, recelo, curiosidad... que atrae poderosamente nuestro instinto por descubrir cosas nuevas. Podemos saber nuestro destino en las cartas, quizá hablar con nuestros antepasados muertos...
Pero Carnivale no es una feria cualquiera. En ella, como en las otras, hay norias, atracciones lúdicas y una conjunción de personajes insólitos, freaks que perturban con solo mirarlos o poderes que no entendemos pero que nos fascinan. Como en otros circos, el misterio se funde con las ganas de descubrir lo oculto y el miedo a saber más de lo debido. Pero en Carnivale hay más, mucho más.
Un día, en su periplo por las tierras desoladas de la América profunda, esta feria ambulante se cruzó con un joven granjero, Ben Hawkins, justo en el momento en el que da epultura a su madre entre la arena reseca y baldía. Ese es justo el inicio de una serie de televisión extraña, poderosa, sin muchos parecidos con otras producciones para la pequeña pantalla. Aunque con un referente muy claro que no perjudica para nada al desarrollo de la trama, mucho más compleja en la serie: la película Freaks (titulada La parada de los monstruos en España) que dirigió Tod Browning en 1932. Como en esta obra de culto, en Carnivale anida la eterna lucha entre el bien y el mal, y lo hace entrecruzándose con esos personajes que la vida expulsa de su lado por ser diferentes, con esos monstruos vivos que viven juntos por no poder vivir con otros.
La trama discurre en la época de la Gran Depresión. Corre 1934 y Estados Unidos sufre, además de los estragos de la gran crisis del Crac de 1929, los efectos catastróficos de una abismal sequía que dejó sin sustento a millones de personas y que significó la miseria, el hambre y muchas veces la muerte entre los humildes que nunca tuvieron nada que ver con aquella inmensa crisis. En este contexto, el creador de la serie, Daniel Knauf, ha puesto en marcha una rueda imparable de personajes deslumbrantes, en los que los miedos, las frustraciones, las pesadillas y las visiones se suceden ininterrumpidamente para edificar una historia magnética y adictiva.
Como todo polo tiene su fuerza contraria, a los personajes de la feria ambulante les sigue una fuerza inmensa que llega desde otro lugar del país, una fuerza tan poderosa como la que parece tener el joven Ben en su interior, una fuerza que poco a poco va acercándose, confluyendo en el camino del circo, para concluir con un enfrentamiento galáctico, grandioso e inevitable. Se trata de un alucinado, de un iluminado religioso. Un pastor metodista, el hermano Justin Crowe, que lleva una nueva a sus fieles, quines desesperados por la pobreza se dejan influir en cantidades inmensas por esa buena neva del clérigo, que no parece tener mucho de buena y sí muchos escondites siniestros refugiados entre las palabras de paz y bondad que difunde entre sus fieles.
Carnivale la produjo HBO entre 2004 y 2005 y de ella se realizaron dos temporadas de 12 episodios cada una. En su momento, Warner Home Vídeo lanzó en nuestro país dos cofres independientes con cada una de las temporadas. Posteriormente, ambas se unieron en un solo álbum que, además, tuvo otroa edición de lujo con un libro que hablaba de la serie.
Una serie llena de personajes inolvidables, con mayor protagonismo de algunos, pero en la que todos están justificando una trama delirante, furiosa y emocionante. Una serie por la que el endiosado director David Lynch debe de estar rebulléndose de ansiedad por no haber sido él el padre de ella, tan afín a sus mejores películas.
Fascinante y mágica, Carnivale goza, además, de una producción poco frecuente entre las series de televisión, muy convincente y con gran lujo de detalles, que permite crea r una época de miseria, escasez y desesperanza. La banda sonora, compuesta por Jeff Beal, es sugerente e intrigante, un perfecto complemento para matizar los fenómenos tan extraños que suceden en la historia.
Casi 24 horas de misterio del que mejor es no revelar muchaos datos de su argumento para que las revelaciones lleguen poco a poco, capítulo a capítulo, hasta que caigamos atrapados por las redes de un misterio abismal: la lucha entre el bien y el mal.
Puedes ver el trailer de la primera temporada de Carnivale pinchando aquí.
Javier Herrero
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