jueves, 26 de abril de 2012

Philip Glass Ensemble


Apunte de Philip Glass realizado por Javier Herrero durante el concierto

Philip Glass Ensemble
Retrospectiva
(Auditorio Nacional de Música de Madrid / Sala de Cámara, 25 de abril de 2012)

En septiembre de 1984 llegó al Teatro Español de Madrid por primera vez en uno de los conciertos programados dentro de la primera edición del Festival de Otoño de Madrid. Entonces era una de las figuras más controvertidas de las nuevas músicas postmodernas y se definía a sí mismo como “un compositor post-Cage”. El norteamericano nacido en Chicago en 1937 Philip Glass se presentó con su Philip Glass Ensemble y una selección de obras de entre las –muchas ya– que había compuesto hasta entonces para escenarios de ópera, ballets y música incidental.
Ayer, en la Sala de Cámara del Auditorio Nacional de Música de la capital, se presentó de nuevo, agotando las localidades, el Philip Glass Ensemble y lo hizo con un programa que parecía un calco de aquel que trajo hace 28 años. Por azares del destino, conservo aún el programa de aquel primer concierto en Madrid al que pude aistir y presenta muy poquitas diferencias con el programa del concierto de ayer. Tan solo una obra, una hermosa pieza de la banda sonora de The Truman show, que fue compuesta en 1998 y, por motivos evidentes no pudo estar en aquella primera presentación en Madrid y un largo pasaje de su intensa obra Music in Twelve Parts.
Si en el concierto de aquel primer Festival de Otoño se oyeron voces de contrariedad en alguna parte del público (al tiempo que incluía a toda la modernidad cultural del momento, Pedro Almodóvar, Paloma Chamorro y Paco Umbral, incluidos), el concierto de ayer no dejó ninguna duda de que Philip Glass ya es considerado como uno de los grandes compositores contemporáneos de finales del siglo XX y la aceptación de su música es absoluta y sincera.

Fotografía realizada con un móvil Nokia de 2 Mpx.

En cualquier caso, el concierto del Auditorio fue una estupenda revisión de algunos de sus más famosas composiciones (aunque el programa sea tan parecido aquel, quizás un guiño, un homenaje a su primera llegada a España o una broma del autor, que los artista en ocasiones son muy suyos).
Comenzó el programa con el segundo movimiento, Cologne section, de la obra The CIVIL warS, compuesta en 1984, y que subtituló como A tree is best measured when it is down (Un árbol se mide mejor cuando ha caído), una producción teatral compuesta en colaboración con el escenógrafo Robert Wilson para los Juegos Olímpicos de Los Ángeles y que duraba doce horas divididas en seis partes, aunque no pudo ser completada en su momento por problemas de presupuesto.
Continuó el concierto con dos fragmentos de otra obra inmensa, de cuya interpretación Glass comentó que suele durar entre dos y cuatro horas: Music in Twelve parts, escrita entre 1971 y 1974, una especie de compendio de sus técnicas de composición.
Cuando comenzaron a interpretar el hermosísimo pasaje Raising the sail de la banda sonora de The Truman show (1998), un problema técnico obligó a aplazarlo a la segunda parte del concierto, tras el descanso. Una música que se acopló a la perfección a la interesantísima película de Peter Weir protagonizada por Jim Carrey.
Imagen de Koyaanisqatsi
Antes del intermedio, el Philip Glass Ensemble nos regaló una pieza de la que quizás es su obra más conocida: Koyaanisqatsi, banda sonora de la película del mismo título realizada junto a Godfrey Regio en 1982 y que habla de algo muy actual: un mundo en problemas que pide a gritos un cambio urgente.
Tras el descanso y después de recuperar la pieza de El show de Truman que quedó incompleta, Glass interpretó tres piezas de otro de sus famosos discos: Glassworks, compuesto en 1981, con piezas más cortas, y que incluyó la maravillosa Façades, una de las más emocionantes conversaciones entre dos clarinetes con un fondo continuo de organo.
Acabó el programa con la trasposición que hizo Glass en 1983 de la verídica historia del fotógrafo Eadweard Muybridge, que tituló, cómo no, The photographer. En ella narró la historia de los conflictos que tuvo el investigador y pionero de la fotografía con su mujer Flora quien, durante un viaje fotográfico de su marido, tuvo una relación con el Mayor Harry Larkins y quedó embarazada. Muybridge descubrió que el niño no era suyo, retó a un duelo a Larkins y lo mató. Buscado por asesinato en febrero de 1875, Muybridge fue absuelto por el jurado por el atenuante de homicidio justificado.
Tras esta perla de la música contemporánea, y unos más que justificados aplausos, el conjuto volvió a escena para ofrecernos como bis una pieza de otra de sus obras más famosas y que contribuyeron a despertar la atención de la música más seria en sus composiciones: Einstein on the beach, una ópera de piezas que reflejan imágenes e ideas sin argumento compuesta en 1976 que dura casi cinco horas y que contó también con la colaboración del escenógrafo y director teatral Robert Wilson.
Un colofón impresionante para una tarde musical contemporánea de altos vuelos.

Puedes ver el trailer de la próxima producción prevista para mayo de 2012 de Einstein on the beach en el Teatro Barbican de Londres pinchando aquí.
Puedes ver la pieza Façades interpretada por Jon Gibson y el Philip Glass Ensemble pinchando aquí.
Javier Herrero

1 comentario:

  1. Gracias a Philip, y a gente como él, aun creo que hay algo que vale la pena en esta maldita raza llamada humanidad.

    Hay una diferencia, real, entre lo que ellos hacen, y lo que la radio, la TV, internet, escupen a billones cada día, para 'alimento', de los miles de millones de seres humanos (¿?) que hay en este planeta.

    Esa diferencia, es real, no es cultural, es real, tengo 52 años y ya he visto bastante.

    Ni Rolling-stones, ni Betales, ni R.E.M., ni King-Crimson, ,,,,,,,

    Solo, tal vez, Thangerine-Dream, en algunas , algunas, de sus obras.

    Creo que Philip, si se encontrara con Bach, con Bethoven, Mahler, Pachelvel, él invitaría (Es generoso, al menos de lo que le conozco, y humilde), pero ellos, también le invitarían a él.

    A unas cañas, pero le invitarían.

    Gracias por estas notas en tu Blog sobre este buen hombre.

    Javier.
    http://cienciaytiempo.wordpress.com/

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