miércoles, 7 de marzo de 2012

Pascuala Ilabaca y Fauna

Fotografía: Javier Herrero


Pascuala Ilabaca y Fauna
Sala Galileo Galilei, Madrid 6 de marzo de 2012

Hacen su aparición sobre el escenario de la sala Galileo Galilei cuatro tipos con sombrero y con barba o bigote y una chica de aspecto frágil. No necesitan mucho para llenar de inmediato el espacio con sus historias cantadas a medio camino del folk y el rock progresivo. La chilena Pascuala Ilabaca cubre su cuerpo de purpurina negra como si fuera un oscuro y limpio cielo estrellado, como un símbolo de que sus historias se cuecen entre los sueños y los deseos. Pascuala se expresa a través de una boca inmensa y sonriente llena de palabras densas y emocionantes. Por mucho que los miembros de esta banda sean jóvenes, modernos, contemporáneos y vanguardistas no dejan de expresarse como un brillante exponente de la tradición de la canción popular chilena.
Fotografía: Ella Fue
Un grupo de Valparaíso que se mueve a la búsqueda de los paraísos escondidos en lugares que difícilmente podrían definirse como tales utilizando palabras y música, expresándolo con emociones sonoras. Un paraíso que se tiñe de matices y se cubre de colores. Colores como los de la falda que viste Pascuala, colores como los de la bandera multicolor de los pueblos indígenas que descansa sobre el teclado, colores que son como un símbolo de que la música puede ayudar a lograr hacer realidad aquello de que otro mundo es posible.
«Ay mamita mamita, caliéntame con tus besos...».
Además de sus estudios universitarios de música, Pascula Ilabaca se empapó de la música popular de su país junto a Margot Loyola, folclorista e investigadora de los ritmos populares chilenos y galardonada con diferentes premios relacionados tanto con la justicia y los derechos humanos como con el arte. Las inquietudes artísticas de la cantante no se han limitado a la música de su país, ya que ha puesto sus atentos oídos sobre la cultura india, lo que le ha permitido aportar una gran riqueza expresiva a sus composiciones. Además, como no podía ser de otra forma, rindió su particular homenaje a la gran Violeta Parra en un disco titulado Pascuala canta a Violeta (2008), que acaba de reeditarse en España, casi coincidiendo con la edición de su último trabajo, Diablo rojo, diablo verde (Petit Indie Music, 2010).
Puedes ver el vídeo de ¡Ay mamita mamita! pinchando aquí.
Javier Herrero

martes, 6 de marzo de 2012

La Regenta


Leopoldo Alas, Clarín
La Regenta (Alianza Editorial, El Libro de Bolsillo, edición 2012)

Nota de Clarín en la revista
Madrid Cómico del 3 de septiembre 1898
El siglo XIX tiene algunas figuras literarias de importancia esencial que recorrieron el mundo y su sociedad con sus novelas de estilo naturalista: En la Rusia zarista, Nikolai Gogol, Leon Tolstói o Fiodor Dostoievski; en Francia, Gustave Flaubert, Honoré de Balzac o Émile Zola; en Inglaterra, Charles Dickens, y en España, sin duda ninguna, Leopoldo Alas, Clarín (1852-1901) y Benito Pérez Galdós, fueron la voz crítica de un siglo en el que la la burguesía lastraba una sociedad paupérrima lastrada por la miseria que se abría a la revolución industrial y a la reivindicación de los derechos de los trabajadores. Los patrones antiguos comenzaban a ser puestos en entredicho y, frente a la generalizada incultura y el casi universal analfabetismo del pueblo, algunos escritores plasmaron los rasgos y las taras de un mundo que se transformaba cada vez más rápidamente. Atrás quedó el romanticismo y la cruda realidad se imponía como argumento recurrente de la obra de los literatos. Hay que admirar, además, la gran calidad narrativa que une a todos estos autores, capaces de traspasar el discurrir de la vida a las letras con una precisión casi mágica, con un dibujo de personajes tan exhaustivo como una filigrana que late y vive entre las páginas, casi como la vida misma.
Para muchos, y con la obligada disculpa a Galdós, Leopoldo Alas, Clarín, representa la cumbre de la novela del siglo XIX, fundamentalmente por una novela: La Regenta, escrita entre 1884 y 1885. Clarín, zamorano de nacimiento, fue un gran narrador de cuentos un muy conocido articulista de la época. Su filosofía liberal, republicana y anticlerical le permitió plasmar en sus textos, y sobre todo en La Regenta, su desilusión ante una sociedad corrompida, apagada y poco estimulante para los espíritus abiertos.
La narración que cuenta La Regenta es en apariencia simple: se trata de un triángulo amoroso, como tantas y tantas veces a lo largo de la historia de la literatura. Sin embargo, Clarín se sirve de la inmejorable descripción de los personajes y del viciado entorno en el que viven para lograr que leyéndola sintamos que nos introducimos en el mundo real que viven los protagonistas de la misma. Hay quien dice que, pese a su extensión, es tan perfecta que no sobra ni falta ni una sola palabra.
En Vetusta, el pueblo donde sucede la trama, una melancólica y paralizada ciudad de provincias (que no es sino un remedo de Oviedo), el narrador nos cuenta las desventuras de Ana Ozores, conocida como la Regenta. Es una mujer de una hermosura elegante y una moral intachable, que no encuentra demasiados estímulos en la vida que lleva y se siente constantemente atormentada y con ansias de llenar los vacíos que ocupan su espíritu. Sus aflicciones están siempre en sus palabras cuando se confiesa con el canónigo magistral, Don Fermín de Pas, que secretamente está enamorado de Ana y se comporta casi como si fuera su marido. Pero en escena aparace don Álvaro Mesía, un embaucador hipócrita y vulgar del que Ana se enamora pese a que sea espiritualmente inferior a ella. Entre medias, multitud de personajes que hacen que exista Vetusta como un personaje más, en el que se destilan prejuicios, vicios, ambiciones y pesares, como un arquetipo de la sociedad española del momento.
Como comenta Ricardo Gullón (1908-1991) en el prólogo al libro, Clarín utiliza el recurso de la retrospección, habitual en la literatura de la época, para configurar la personalidad de sus personajes, utilizando los recuerdos pasados que nos indican por qué son com son. Pero añade que Clarín se sirve también de dos recursos poco frecuentes: la anticipación, con la que prevé sucesos que podrían ocurrir en el futuro, y que activan la atención participativa del lector, y la inversión, con la que esboza los procesos de transformación tanto de los protagonistas como de la ciudad misma. 
La historia de un trío en el que la pasión, el amor, la moral y el deseo se transforman en un drama que fustiga las vidas de los protagonistas. Una narración que es como zambullirse en la vida real y, como decía Tolstói al hablar de Ana Karenina, «El propósito de un escritor no consiste en resolver una cuestión de una vez para siempre, sino en obligar al lector a ver la vida en todas sus formas, que son infinitas». 
Así es La Regenta.
Javier Herrero

lunes, 5 de marzo de 2012

George Harrison



Martin Scorsese
George Harrison. Living in the material world. 2 dvds (Avalon / Cameo, 2011)

Un artista entre dos mundos: un mundo material y el otro espiritual. Un hombre entre dos personalidades mediáticamente arrolladoras: John Lennon y Paul McCartney. Una creatividad puesta al servicio de dos flujos vitales: la música y la fe.
La vida artística de George Harrison (1943-2001) es la de un hombre solapado por la corriente intensa  e inmortal de un mito: The Beatles. Instalado en la formación musical más famosa de todos los tiempos, Harrison se convirtió en el catalizador de las pulsiones de Lennon y McCartney, aportando la tecla de la calidad en el irrefrenable torrente compositivo de ambos. Es también compositor de algunas de las más hermosas canciones del cuarteto de Liverpool y, por tanto, de la historia del pop. Fue, además, un hombre curioso y de fe, y vivió una extraña e inquietante mezcla de misticismo y drogas.
Esto es lo que puede apreciarse en el estupendo documental Living in the material world que Martin Scorsese ha filmado sobre la personalidad del miembro más intrigante de The Beatles. Un largo trabajo (más de tres horas y media) que pormenoriza la figura del artista y la del hombre de una forma muy hábil, engarzando imágenes y músicas, algunas palabras sueltas y muchas sensaciones de los protagonistas. Solo al final, cuando se narra la enfermedad y muerte por cáncer de Harrison, la pelícua se vuelve un poco demasiado hagiográfica, con ese estilo tan habitual del documental estadounidense que se basa en declaraciones continuas de quienes le conocieron alguna vez, aunque haya sido solo para venerle una hamburguesa. Pese a ello, Living in the material world es un trabajo primoroso, del que destaca el fabuloso montaje de fotografías y secuencias filmadas, entremezclando estrofas de canciones de The Beatles y Harrison. Como si Scorsese hubiera pensado que sobran las palabras innecesarias y que las letras de las canciones y las imágenes de los artistas sobran por sí mismas para crear la secuencia narrativa. Y lo consigue.
La historia del autor de My Sweet Lord, Something, Here comes de sun, Taxman, I need you, While my guitar gently wheeps (con Eric Clapton en la guitarra) o Blue Jay Way. La vida de un creador en estado puro. El que llevó sonidos de la India a la etapa más creativa de The Beatles estuvo siempre a la sombra mediática de Lennon y McCartney pero, tras ver este documental, se revela como la pieza esencial sobre la que se apoyan y equilibran esas dos fuerzas compositivas, un elemento que puso el necesario toque de calidad a los trabajos y que abrió la banda a nuevas formas de expresión hasta llegar a todo lo que llegaron a conseguir. Una banda inmortal que creó canciones inmortales y que tuvo a George Harrison como una de las teclas que la hicieron inmortal.
Puedes ver el trailer de Living in the material world pulsando aquí.
Puedes ver la canción My Sweet Lord pulsando aquí.
Puedes ver la canción While my guitar gently wheeps pulsando aquí.
Javier Herrero

viernes, 2 de marzo de 2012

Sonidos 2


Chris Kase
Six (Nuba Records / Karonte, 2012)

El trompetista y compositor estadounidense Chris Kase, que reside en Madrid desde 1997, ha actuado o grabado con artistas como The Mingus Big Band, The Bird of Paradise Orchestra, Steve Coleman, Chick Corea, Steve Wilson, Al Foster o los españoles Perico Sambeat, Iñaki Salvador o Jorge Pardo, entre otros. Su carrera está forjada en los más exigentes patrones del jazz y, además, ha impartido clases magistrales en Estados Unidos y España y ha puesto su sabiduría sobre la trompeta al servicio de la docencia en el Mannes College of Music de Nueva York.
También es autor de un método para trompeta, Twenty-first Century Technique (Balquhidder Music), una compilación de variaciones sobre los ejercicios de H.L. Clarke, ya disponible en España en Rivera Música (Valencia) y La Fusa (Vitoria), o por medio de un email a Chris Kase (mailing@chriskase.com).
En cuanto a su sexto disco, titulado con un obvio y lacónico Six, Kase ha contado con la participación de músicos de primer nivel: Tony Berenguer (trombón), Miquel Andueza (saxo), Iago Fernández (batería), Masa Kamaguchi (contrabajo) y Abe Rábade (piano). Un trabajo cálido, con armonías suaves y ritmos muy bien trabados que se disfruta de principio a fin por su alto poder sugestivo.
Javier Herrero

Pórtico Quartet
Pórtico Quartet (Real World / Resistencia, 2012)

No es jazz. Tampoco música electrónica. Ni músicas del mundo. Pero tiene algo de todo eso. Su apariencia es de ambient, aunque su complejidad y estructura sonora la convierten en algo poco oído y muy vanguardista, que se nutre asimismo de estructuras de la música clásica. Un curioso instrumento es el origen de este experimento acústico y electrónico: el hang, una especie de huso de metal en forma de ovni con algunas ondulaciones en su superficie que se golpea con la mano y produce un sonido subyugante. A la interpretación electrónica de los sonidos que produce el hang, Portico Quartet le han añadido diferentes loops y samplers. Sus miembros, Keir Vine (teclado y hang), Jack Wyllie (saxo), Milo Fitzpatrick (bajo) y Duncan Bellamy (batería) consiguen crear un ambiente sonoro intrigante, viajero, soñador, en el que los sonidos orgánicos se confunden con los procesados electrónicamente. Un trabajo estimulante que supone unlataforma expresiva que tiene la fuerza de un lienzo de Gerard Richter, artista al que está dedicado el tema 4096 colours, referido a la bóveda titulada así que creó en la catedral de Colonia (puedes verlo pinchando aquí).
Un disco instrumental y etéreo con vigor y fuerza que cuenta con una única canción interpretada por la vocalista sueca Cornelia en un diálogo vibrante y delicado entre los sonidos y la voz.
Javier Herrero

José María Carlés
Travelling forward (Nuba Records / Karonte, 2012)

El pianista de jazz José María Carlés se ha acercado a algunos músicos para configurar lo que es su nuevo disco, Travelling forward, que, en sus palabras, «responde a la necesidad de expresar, evolucionar como músico y compartir mi experiencia musical y de vida en este momento. No he tratado de hacer el gran disco o la gran obra, simplemente he pretendido hacer música lo más sinceramente que puedo y viajar hacia adelante». Quizás sean lugares comunes en el mundo de los artistas, ya que podría salir de la boca de casi cualquier músico, sea cual sea el género que interprete. Pero lo cierto es que Travelling forward se escucha con placidez y emoción por el trabajo tan bien trabado y el ambiente de club que se respira al escucharlo. Sus compañeros de viaje son Logan Richardson (saxo alto), Javier vercher (saxo tenor) Massimo Biocalti (bajo) y Ferenc Nemeth (precusión), además de contar con colaboraciones de Lionel Loueke (guitarra), Lara Bello (voz) y Rubén Carlés (bajo). Un trabajo estupendo.
Javier Herrero

jueves, 1 de marzo de 2012

Sonidos 1


Javier de Torres y El Trío Sentimiento
Presentan: Dow Jones no es un cantante (Pop Producciones / BOA, 2012)

La ironía se hace fuerte en el nuevo trabajo de Javier de Torres, un cantautor al que le gusta jugar con los géneros. En realidad, Javier es abogado en ejercicio y, en el tiempo que le deja su profesión, se vuelca en su pasión, creando canciones que orbitan entre el pop y la canción de autor. Con su nuevo disco, el cuarto ya, se ha puesto a recordar aquellas canciones que sonaban en la radio de los tiempos de su madre, cuando Los Panchos hacían rezumar de emociones los corazones de las oyentes de la radio. Porque, Dow Jones no es un cantante no es un cantante es un disco de boleros, un trabajo que canta acompañado de El Trío Sentimiento: Daniel Chávez a la guitarra española, Alexander Álvarez, guitarra española y tres, y Alexander Rivera, con las maracas. Todo un conjunto con sonoridades caribeñas que pone el sentir a las palabras de Javier. Claro que los tiempos cambian y los boleros que aquí se presentan no son suaves, blancos y dulzones. Sin dejar de ser románticos e, incluso, hablar de amor, cuentan cosas muy familiares del mundo de hoy como la crisis financiera, los pijos y la FAES, los accidentes aéreos, la herencia gnética que, a veces, es cruel o los inquietantes críticos musicales (¡uppps!) que tanto pululan por ahí. Un divertido disco, mordaz, irónico y más salvaje de lo que su música e imagen proyectan.
Puedes ver algunos vídeos de Javier de Torres en su página web: aquí.
Javier Herrero

Niños Mutantes
Náufragos (Ernie Records, 2012)

En 1994 se dio a conocer en Granada un grupo con un extraño nombre, muy adecuado para el mundo indie: Niños Mutantes. Tras unas cuantas maquetas que remiten a revistas especializadas y algún festival en el que partician con éxito, acaban convirtiéndose en una de esas bandas que logran mantener sus melodías en la memoria colectiva con el paso de los años. Siete grabaciones en Astro y otro en Ernie Producciones como experiencia les llevaron a una saturación anímica que provoca un sentimiento de naufragio y, como ellos dicen, se traduce precisemente en este nuevo trabajo: Náufragos, lleno de adioses y pérdidas, de miedos y de hundimientos.
Como es habitual en ellos, su música es más alegre de los que quieren decir sus letras y se mueve entre el pop fresco y vibrante con ramalazos indies y el folk de autor.  Náufragos no te hunde, muy al contrario, parece que está pensado para salir a flote (además de sonar muy bien).
Escucha cómo suena la canción Náufragos pinchando aquí.

Javier Herrero
Shuarma
Grietas (Azar Records / BMG, 2012)

Son ya tres los discos que tiene editado el barcelonés Shuarma desde que decidió iniciar su carrera en solitario tras la experiencia exitosa de Elefantes, una banda que, tras el espaldarazo de Bunbury como productor, se encumbró y llevó una reconocida carrera hasta que, en 2005, decidieron disolverse. Con su nuevo trabajo, Grietas, Shuarma sigue con su voz tan afectada cantando a las relaciones afectivas y trazando sus canciones como si de canciones intemporales se trataran. Es pop clásico, sin demasiado riesgo, que, a veces se nutre de energía más roquera y otras se diluye en melodías frágiles que pueden rozar lo demasiado comercial.
Escucha cómo suena la canción Llueven piedras pinchando aquí.
Javier Herrero