¿Dónde está mi cabeza?

Benito Pérez Galdós y Lorenzo Montatore
¿Dónde está mi cabeza?
El Verano del Cohete, 2014

Fue un cuento publicado en el periódico El Imparcial, en una edición especial para el fin del año 1892. Un divertido relato de un personaje que un buen día se despierta sin cabeza, aunque sigue pensando y preocupándose por su nueva condición, por el qué dirán y por las dificultades (sobre todo sociales) que esta situación puede reportarle.
Humor del absurdo, un juego literario que viene de uno de los autores más relevantes de la historia de la literatura española, Benito Pérez Galdós (1843-1920), sin cuya obra difícilmente podríamos entender por qué somos como somos. Con un dominio absoluto del lenguaje culto y del habla más popular, escribió sobre los sucesos de la época en los Episodios Nacionales que acabaría siendo nuestra historia. Además, fue autor de obras mayúsculas como Fortunata y Jacinta, Nazarín, Doña Perfecta, Marianela, Misericordia, Tormento... Largo sería enumerar la aportación de Galdós a la Literatura con mayúsculas.
Por eso resulta tan curiosa la reedición en libro ilustrado de este pequeño divertimento literario, de este juego que Galdós parece que quiso regalar como presente de fin de año a los lectores de El Imparcial. Simpático y jocoso, no deja, sin embargo, de tener muchos de los tópicos con los que se trufa la sociedad de su época, mayordomo flemático y diligente ante lo que sea, señorito de bien que se reúne en sociedad a ofrecer largos y sesudos discursos (inútiles), dimes y diretes de las gentes que se frecuentan... Un relato amable que parece cortarse bruscamente y del que se anuncia continuación (que nunca tuvo, una pena) y que está ilustrado muy ad-hoc por el ilustrador español Lorenzo Montatore (Loren), que se luce con su estilo vintage, muy colorista e imaginativo que en ocasiones trae a la memoria algunos dibujos animados de Hanna-Barbera. Como afirma en su blog sobre este trabajo, son dibujos en los que ha prescindido del dibujo a lápiz y que ha trabajado directamente sobre la pantalla del ordenador. Y con un resultado sorprendente y con un punto psicodélico que le viene como anillo al dedo al estrafalario texto de Galdós.
¡Qué bonitos libros está editando esta editorial de exquisiteces que se hace llamar El Verano del Cohete!

Javier Herrero