jueves, 25 de julio de 2013

Sonidos 31



Fotografía de Ger van Leent

Dayna Kurtz
Secret canon vol.1
Kismet / Karonte, 2012/13

La cantante de New Jersey (Estados Unidos) Dayna Kurtz sigue apostando por revisionar temas estándar con su disco Secret canon vol 1 (publicado en su país el pasado año y que nos ha llegado no hace mucho aquí). Si en su anterior trabajo, American standard (2009) hacía un repaso al country y al rockabilly, en este canon secreto se acerca a las canciones jazz, y al rithm’n’blues clásico. Hay que decir que ya tiene un segundo volumen de Secret canon editado en Estados Unidos y, a la vista de lo oído en este, ya deseo tenerlo reproduciéndose en mi estéreo.
Porque si amuchos les puede echar para atrás un disco de versiones, tengo que decir que las que realiza esta vibrante y enérgica mujer son extraordinariamente brillantes, ricas en matices, emotivas, sensibles y no hay quien resista a dejarse seducir por la intensidad con la que las canta.
Poseedora de una voz potente y profunda, Kurtz se atreve con algunas piezas bastante olvidadas en su afán de seguir buscando joyas perdidas que en su garganta relucen de nuevo con un esplendoroso fulgor. El inicio del disco, Do I love you, una balada de Floyd Dixon ya nos indica por dónde va todo: por el camino de las emociones mas profundas, las que se vuelven inolvidables y casi necesarias, adictivas como una droga que destroza el espíritu y el corazón de aquellos que se sienten felices de ser atacados de esa manera.
Dayna Kurtz (a quien deseo volver a ver en sus emocionantes directos que ponen el vello de punta) sigue produciendo sus discos con pequeñas financiaciones de sus fans, al margen de la gran industria que, en ocasiones, disparata tanta buiena música en pro de la comercialidad. No dudéis en ningún instante: este disco es una pieza musical que sonará y sonará hasta que la voz de Kurtz se convierta en una parte de nuestra biografía más emocional.
Puedes ver el vídeo del acústico de Do I love you pinchando aquí.
Javier Herrero

Mélissa Laveaux
Dying is a wild night
No Førmat! / Naïve Discos, 2013


Otra voz femenina llena de carácter es la de la canadiense Mélissa Laveaux, de padres haitianos, que, desde la salida de su primer disco (Camphor & Copper, 2006) vive en Francia. Dying is a wild night es el título para su segundo trabajo y viene inspirado por un texto de la escritora americana Emily Dickinson (1830-1886) que dice en una de sus frases:
«It grieves me that you speak of Death with so much expectation. I know there is no pang like that for those we love, nor any leisure like the one they leave so closed behind them, but Dying is a wild Night and a new Road» («Me apena que hable de la muerte con tanta ansiedad. No existe esa angustia para los que amamos, ni placer alguno como abandonar tan cerca de ellos, pues morir es una noche salvaje y un nuevo camino») (Las cartas, 1849).
Su música es intensa y llena de tensiones, como un arco dispuesto a disparar una flecha y dear en el centro de la diana. Es un disco pop, pero no comercial, aunque suena muy afín al oído. Es como si estuviera susurrando poemas cerca de nosotros con su voz fricativa y brillante a la vez, con ritmo y con unas texturas que asemejan su escucha a la de la canción de jazz e incluso a la de las músicas populares de origen africano. Un trabajo lleno de pasión en el que ha contado con la percusionista de jazz Anne Paceo, que le aporta una base rítmica muy adecuada a los saltos vocales de la cantante.
Puedes ver el vídeo de su canción Postman pinchando aquí.
J.H.

Nynke
Alter
Crammed Discs / Karonte, 2013

Fotografía de Femke Teussink
Muy curiosa la propuesta de esta mujer holandesa. Tanto por su extraña e incuestionable belleza física como por la belleza que desprende cantando sus canciones en frisio, una lengua muy poco hablada originaria del norte de Holanda, a medio camino entre el ingñes y el holandés. Para liar un poco más la cosa (en el buen sentido), Nynke Laverman es una apasionada de los sonidos mediterráneos y latinos, estilos que ha estudiado con gran intensidad, para acabar creando una especie de fusión frisio-mediterránea que también tiene muchos toques del fado portugués. Y para redondear la propuesta, solo faltaba un productor afín a esos estímulos musicales.
Y lo ha encontrado en el español Javier Limón, que ha trabajado y producido a artistas como Buika, Bebo Valdés, Diego El Cigala, Paco de Lucía, Anoushka Shankar, Carlinhos Brown o Yasmin Levy, lo que aporta esa necesaria onda del sur de europa y latina para que este disco haya quedado con la sensualidad que brota de sus canciones. El mismo Javier ha tocado las guitarras flamencas y el bouzouki (un instrumento de cuerda griego). A ambos les han acompañado músicos invitados como Manuel Machado (fiscorno), Antonio Serrano (armónica) y Rafael Jiménez El Chispas (cajón).
La palabra del título, Alter, tiene en frisio el significado de Altar, un espacio relacionado con los rituales. En inglés significa Cambiar y Nynke lo relaciona con la reciente maternidad y la transformación de vida transmitida de la madre al hijo. El sentido latino de Alter es Otro, lo que viene a reforzar la visión cosmopolita de la música que tiene esta joven artista holandesa. Alter es, en cualquier caso, un disco hermoso, delicado, preciosista.
Puedes ver el proceso de producción de Alter pinchando aquí.
J.H.

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